29 de enero de 2010

CURA DE HUMILDAD

A mis hijos: Emiliano, Leandro y Alexis.

No encuentres en la vida al verbo,
búscalo siempre.
No creas lo que ves, ni lo que oyes.
Ten atentos tus sentidos abiertos.
Dale oxígeno a todas tus esquinas.
Nunca seas inocente como los asesinos.
No cambies tu barca de madera,
por embarcaciones de última tecnología.
Anda siempre tu ruta, no te arrepientas.
Hay hombres hijo mío,
que vagan por el valle lujoso de sus sueños.
Nunca esperes a nadie,
que los amigos llegan,
serenos y distantes, mas ciertos, más amantes.
No estés triste, ni tampoco contento.
Cambia los años por el tiempo.
No preguntes, aguarda las respuestas.
Corta por las mañanas glicinas blancas,
que adornen nuestra mesa
Y después descansa.
Manso espera el alba.

Lucía Serrano

5 comentarios:

  1. Precioso, me encantó, me quedo con este verso: "Cambia los años por el tiempo" Hermoso.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. precioso se quedaria pequeño,
    este poema a tus hijos,
    con tu permiso
    me lo dedico a mi misma
    porque me viene como anillo al dedo
    gracias por compartirlo
    ES MUY GRANDEEEEE Y ME DICE MUCHAS COSAS
    QUE NECESITABA ESCUCHAR
    MILLONES DE GRACIAS

    ResponderEliminar
  3. Precioso poema este dedicado a tus hijos.
    Dices cosa que nos sirven a todos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Durante mucho tiempo leí tus poemas porque me llegaban en el correo diario de Grupo Cero

    Un saludo grande y un abrazo

    ResponderEliminar
  5. La indiscutible voz de una madre... ¡que sabias son a veces! Nos salvan de cada una, que mejor ni hablar.

    ResponderEliminar

https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2826493871469319904#postandcommentsettings