18 de mayo de 2010

EL TORO

En una carretera sin destino,
voy buscando las huellas de un ayer oxidado
donde tu mirada y tu voz,
culminan los destellos de una noche transversal
de roces y sentidos.

Me acerco a tus silencios
y en ese impulso magnético,
tu boca y tus caderas
piden a los dioses de la noche
un paso más hacia la cima.

Entre tus sábanas,
despierto sorprendido
buscando el perfume de tu piel
y, en esa rotonda enamorada,
viajo hasta el futuro
que quiero volver a vivir
y en la locura de ese momento,
me doy cuenta que sentir,
es también ir encontrando
el ángulo recto,
la pérfida sonrisa entre mis manos.

Las horas,
pasan como canciones sobre los oídos
que acarician estos versos,
estas mañanas, esta humanidad...

LEANDRO BRISCIOLI

3 comentarios:

  1. MUY BUENO!!!!!!!!!!!!!!!!!! SE SIENTE!!!!!!!!!!! BESO

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  2. Hola, Lucía:

    Buscar y seguir buscando las huellas de la felicidad, es vivir intensamente.

    Bonito poema nos traes hoy,

    Abrazos.

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  3. Hurgar en el ayer trae esos recuerdos....que nos siguen dando esa felicidad vivida...o bien todo lo contrario.

    Bella entrada.

    Un placer pasar por tu blog.

    Saludos cordiales desde Galicia.

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