5 de mayo de 2011

LA CIEGA Y SUS ESPEJOS

Como no quiero descubrir la nada,
como me gusta el aire de esta escena,
ignoro si enmudece o si resuena
el corazón de tórtola cazada.

Como no admito golpe ni embajada
pues creo que la muerte nunca es buena,
la pobre que alimento casi cena
una tonta merienda, enamorada.

A veces conversando con el plomo:
arráncame -le digo- trapos viejos,
y volveré del vino este que tomo
en ceremonias con el no y el lejos;
terca en mi eternidad, porque soy como
ciega que se mira en sus espejos.

CARILDA OLIVER LABRA
Cuba-1924
De "Antología poética"

1 comentario:

  1. Hola, Lucía:

    Gracias por compartir tan bello soneto y darnos a conocer poesía de otros lares.

    Abrazos.

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