6 de febrero de 2013

UNA MUJER INOLVIDABLE



Era el primer beso,
                              la primera boca,
la blasfemia del sabio desbordada,
el esfuerzo posible hacia lo cierto.
Eran las piedras dejadas en el campo,
el sol más alto, foco de luz alumbrando,
rozando nuestros cabellos, un mediodía.
La memoria de las mejores fiestas,
navegaba en la sangre,
y encalló el corazón en aquel puerto,
¡todos fueron instantes eternos!

Contigo ha dado el mundo testimonio
del futuro, en esta ciudad caliente,
llena de amor,
                       que es nuestra vida.

Atardece, y siempre vuelve a mí
esa mujer inolvidable.
Sus cabellos volados por el viento,
su piel de arcángeles,
su delicadeza austera,
sin ornamentos artificiales.

Ella era mi sol,
mi noche completa,
mi cielo de cometas,
y el umbral feróz
de una muchedumbre en llamas,
que siempre corrió detrás
de nuestros pasos, para seguir
las sombras que nos ocultaban.

Ella era una mujer,
inolvidable dama de mis sueños,
zafiro enternecido entre mis manos.
Escritura plural,
                          Yo mismo.

LUCIA SERRANO

2 comentarios:

  1. Anochece, y creo ver por la ventana, una mujer inolvidable. Hay un poema que la recuerda.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. En cada una de nossotras hay una mujer inolvidable. Lindo poema.
    Saludos desde EEUU.

    ResponderEliminar

https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2826493871469319904#postandcommentsettings